En un lugar de Santiago
Vivía un niño triste y amargado
No conoció a sus padres
Y la señora que lo cuidaba
Mucho lo maltrataba.
No tenía amigos, ni familiares
Y como era inteligente
Pensaba tranquilamente
Que algún día sería diferente.
Cuando ese niño creció
A un colegio se matriculó
Y con mucho entusiasmo
a los estudios se dedicó.
Cuando al colegio se dirigía
Siempre una abuelita veía
Que caminaba muy lento
Y cruzar la calle era un tormento.
Cuando el niño la vio
Sonriéndole se acercó
Tomándola del brazo
Tranquilamente la cruzó
La abuelita muy agradecida
Su nombre le preguntó
Me llamo Carlos Zamora
Para servirle señora.
La señora vio en ese niño
que en sus ojos había melancolía
Le preguntó dónde vivía
Y el niño contestó
Con una señora que no lo quería.
La abuelita le preguntó al niño
Que si le podía llevar las compras que ella pedía a
diario
Yo te pagaría un buen salario
De ese día Carlitos
La vida le cambió
Porque en ella encontró
la mamá que no conoció.
Desde entonces cada día
A la casa de la abuela acudía
Para servirle en lo que podía
Todo lo que la abuelita le pedía.
Así pasaron los años
Carlitos muy contento estaba
El dinero que ganaba
En el banco lo depositaba.
La abuelita muy feliz estaba
A ese niño lo amaba
Y a sus amigos le contaba
Este es el hijo que me faltaba.
La abuela lo aconsejaba
Que no tomara alcohol,
Mucho menos que se drogara
Porque esos vicios a la muerte lo llevaban.
Abuela no te preocupes que yo quiero ser doctor
Para que a mucha gente les alivie su dolor.
Una tarde cuando llegó
La abuelita dormía
Después de un rato la tocó
Y muy fría la encontró.
Carlitos se desesperó
Sobre su cadáver lloró
Y entre sollozos repetía
Abuelita era lo único que tenía.
Cuando se pudo recuperar
Sobre la cama encontró
Unos documentos que la abuela a su nombre le dejó.
Muy temeroso los cogió,
Temblándole las manos los abrió,
Leyendo muy despacio se enteró
Que todos los bienes que tenía
A él se los dejó.
Pasaron algunos años y Carlitos su promesa cumplió
De médico cirujano se tituló
Y fue a su tumba a agradecerle
A la abuelita que tanto lo ayudó.
A todos los jóvenes de hoy
Un consejo les doy
Que no consuman droga
Mucho menos alcohol
Porque esos vicios son una perdición
(Paloma)
Agosto 2014
Agosto 2014
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