que se llamaba copito
muy lindo y juguetón
pero un día se enfermó
por comerse un ratón.
Yo lo cuidaba mucho
con cariño y emoción
hasta que un día vi
que sus ojitos cerró
Mucha pena me causó
algunas lágrimas derramé
a mi compañero y amigo
bajo tierra le dejé
Para recordarlo siempre
sobre su tumba, un árbol planté
que muy pronto creció
entonces, yo decía, que mi
copito lo alimentó.
Comentarios
Publicar un comentario